Nota de prensa
Barcelona, 23 de septiembre 2016 – La investigación en plantas permitirá sustituir los plásticos derivados del petróleo por alternativas más sostenibles. La llamada “industria verde” busca en especies como el lino, el cáñamo y la fibra de coco sustitutos para reemplazar materiales contaminantes de nuestro día a día. Por ejemplo, actualmente ya se aplican fibras vegetales para sustituir los aislantes de fibra de vidrio del revestimiento interior de coches y aviones, las tablas de snowboard o los billetes de dólar.
El gobierno francés aprobó el 30 de agosto un decreto que prohíbe el uso de vajillas de plástico de un solo uso a partir del año 2020. Mediante este decreto, a partir de 2020 solo se permitirán en Francia vajillas que contengan un mínimo de materiales biológicos o compostajes, tales como el almidón de maíz, de patata, el bambú o fibras y celulosa.
La sustitución del plástico es un reto porque el material proviene de recursos no renovables y es altamente contaminante al no ser biodegradable. Se calcula que en los océanos y mares de todo el mundo hay 270.000 toneladas métricas de desechos, que equivaldrían al camino que ocuparía una botella de plástico detrás de otra de aquí hasta la Luna ida y vuelta dos veces, según el Instituto 5 Gyres. Además los plásticos pueden afectar a la salud humana: algunos productos químicos industriales contienen sustancias que pueden inferir con la producción de hormonas y el metabolismo humano y afectar la salud.
En cambio, las fibras vegetales ofrecen ventajas ya durante la cadena de producción, porque las plantas eliminan dióxido de carbono (CO2). Además se trata de materiales renovables que no contaminan ya que son biodegradables. Por ejemplo, para producir un quilo de lino se utiliza cinco veces menos energía que para producir la misma cantidad de fibra de vidrio. Además, la fibra de lino pesa la mitad que la fibra de vidrio. En relación con la fibra de carbono, obtener un quilo de este material vegetal requiere hasta veinte veces menos energía en comparación con la fibra de vidrio.
B·Debate, una iniciativa de Biocat y la Obra Social “la Caixa”, reúne los próximos 27 y 28 de septiembre en CosmoCaixa expertos en investigación básica en biología vegetal con ingenieros y expertos en materiales y combustibles sostenibles. El objetivo del encuentro, liderado por el Centro de Investigación en Agrigenómica (CRAG), es crear sinergias que faciliten la transición de una industria dependiente de los derivados fósiles en una bioeconomia sostenible.
Entre los temas que se tratarán a lo largo de las dos jornadas de debate figuran aspectos técnicos sobre la modificación de las proteínas de las plantas y cómo estas intervenciones sobre los vegetales pueden ayudar a obtener fibras que sirvan para desarrollar materiales más sostenibles.
Entre las industrias que más se pueden beneficiar de estos avances destaca el sector automovilístico, que necesita materiales de alta calidad, y de otros como la arquitectura o la decoración. De momento, la más desarrollada en Europa es la industria del lino, donde toda la cadena de producción está desarrollada desde los productores hasta la manufactura.
Aquí podéis encontrar algunos ejemplos reales de empresas y proyectos que desarrollan materiales biodegradables a partir de fibras vegetales (independiente a B·Debate):
El programa detallado de B·Debate “Plant proteostasis. Towards a green based industry” (Proteostasis de la planta. Hacia una industria verde) está disponible en este enlace.