Reportaje
El 28% de las empresas biomédicas catalanas están creadas o dirigidas por una mujer y el porcentaje alcanza el 46% entre las startups creadas los dos últimos años. 11 emprendedoras del sector explican su experiencia y animan a visibilizar casos como el suyo para animar otras científicas a seguir su ejemplo.
El pasado 8 de marzo, mujeres de todos los sectores hicieron huelga para demostrar un lema: "Si ellas se paran, se para el mundo". En la BioRegión, si se detienen, se detiene más de una cuarta parte del tejido empresarial: y es que el 28% de las empresas biomédicas catalanas creadas a partir de 2012 tienen una mujer como CEO o como fundadora, según datos de Biocat. El porcentaje sube hasta el 46% si se analizan sólo las startups creadas a partir de 2016, dato que sugiere una tendencia creciente entre las científicas del sector que deciden emprender su propio negocio.
Por subsectores, las empresas con más presencia de mujeres entre el equipo fundador o directivo son las de tecnologías médicas, con un 38%. Las biotecnológicas y las compañías de servicios profesionales en el sector se sitúan a continuación, en ambos casos con un 31% de empresas creadas o lideradas por mujeres. Los porcentajes más bajos se dan entre las empresas healthtech (22,5%) y proveedores (13%).
Estos datos han sido elaboradas por Biocat a partir de una muestra de 300 CEOs, directores, fundadores y cofundadores de 235 empresas de la BioRegión. A pesar de estar lejos de la paridad, los datos de la BioRegión llaman al optimismo si se comparan en el contexto internacional: menos del 8% de las biotecnológicas del mundo cuenta con una mujer CEO, según un estudio de Liftstream, y en el conjunto del sector biomédico global NDF Research estima que el porcentaje apenas llega al 7,5%.
Si hiciéramos un retrato de la emprendedora biomédica catalana, podríamos distinguir dos grandes perfiles: por un lado, mujeres de entre 30 y 40 años que han hecho doctorado científico, a menudo completada con algún MBA, y después de trabajar en varias entidades de investigación crean una spinoff para avanzar en la puesta en el mercado de su propia investigación; por otra parte, mujeres de entre 40 y 50 años que acumulan una dilatada carrera profesional en compañías privadas del sector o consultoría antes de fundar su propia compañía.
Hace 10 años, cuando Helena Torras comenzó a trabajar en el sector tecnológico, las mujeres eran minoría. "En ese momento, nos servía como elemento distintivo, para que recordaran que era el proyecto liderado por una mujer -recuerda-. Ahora, el número de emprendedoras ha crecido y espero que aún crezca más, y lo que hay es un interés por los proyectos liderados por mujeres".
Actualmente, además de ofrecer mentoría y asesoramiento a otras compañías, Torras lidera su propio proyecto: B-wom, una app creada en 2015 que se presenta como un "coach personal para la salud íntima y femenina".
Torras Torras considera que "mujeres formadas en este sector hay muchísimas, lo que falta es que haya más que se tiren a la piscina". Para conseguirlo, reivindica, habría que "visibilizar más las mujeres que hay en el sector, demostrar que hay roles modelo y generar comunidad, porque sentir apoyo siempre ayuda a dar un paso adelante".
Después de 8 años trabajando en el sector de dispositivos médicos, Silvia Raga dirige desde 2015 DyCare, compañía que diseña wearables que revolucionan el proceso de rehabilitación de pacientes con problemas musculoesqueléticos. "La vida es demasiado corta como para tener el trabajo equivocada: dirigir mi empresa implica tener un lugar donde conseguir mis propios sueños, ideas y objetivos", destaca.
Raga cree que los negocios no entienden de género. "Independientemente del sexo que tengas hay que dar el 200% todos los días si quieres que tu negocio funcione", advierte. Como otras emprendedoras de este reportaje, reconoce que lo más duro ha sido conciliar trabajo y vida personal. "No siempre es fácil que tu familia tu pareja entienda lo que significa tener tu propia empresa", admite.
Hace un año DyCare cerró su primera ronda, con inversores suizos en su mayoría. "Los inversores vieron muy positivamente el equilibrio de nuestro equipo directivo -asegura-. Unos meses después me quedé embarazada y el apoyo de los inversores es y ha sido incondicional".
Las mujeres sólo ocupan el 19,5% de las posiciones en los consejos de administración de las grandes y medianas empresas españolas cotizadas. La cifra es prácticamente idéntica entre las 6 grandes farmacéuticas españolas que cotizan en Bolsa, la mitad de las cuales catalanas: sólo el 19,64% de los miembros del consejo son mujeres aunque en estas empresas más de la mitad de la plantilla es femenina , según los informes enviados por las empresas a la CNMV.
Así, por ejemplo, en Grifols el 57,5% de la plantilla son mujeres, y en Almirall el 54,4% de: las dos grandes farmacéuticas catalanas suman 24 consejeros, de los cuales sólo seis (4 a Grifols y 2 en Almirall) son mujeres . Reig Jofre, donde el 57,7% de los trabajadores son mujeres, también cuenta con 2 mujeres en su consejo.
El dato todavía empeora en el ámbito internacional: según McKinsey, sólo el 17% de los miembros del consejo de administración de las 50 compañías cotizadas más importantes del mundo son mujeres. Lo más preocupante es que, según esta consultora, la mitad de los hombres, y hasta un tercio de las mujeres, opina que esta presencia femenina ya es suficiente.
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