Startup generation
Àvida Biotech desarrolla productos preventivos y terapéuticos para enfermedades infecciosas causadas por algunos virus. La tecnología de base es un antiviral de amplio espectro que puede dar lugar a vacunas orales no refrigeradas. Su fundador, Jesús Purroy, augura que esto permitirá que las vacunas sean baratas y puedan llegar rápidamente a mercados donde la barrera del precio impide que lleguen las vacunas existentes. La compañía trabaja actualmente en enfermedades desatendidas y emergentes, como el Dengue o el Zika, y quiere dedicarse también a enfermedades más habituales en nuestro entorno, como la gripe o la bronquiolitis.
Siempre me ha interesado el impacto de la ciencia, más que los descubrimientos. Salí del laboratorio para facilitar que la ciencia llegara a la sociedad en forma de productos o Servicios. Eso es lo que hacía en el Parque Científico de Barcelona. Después, como consultor, podía echar una mano en muchos proyectos, pero siempre eran contribuciones parciales. Finalmente vi que la manera de tener impacto era creando una empresa para acometer un problema específico. En Àvida Biotech queremos cambiar la vida de 1.000 millones de personas. Quizás hay otras maneras de hacerlo, pero yo he elegido intentarlo desde la emprendeduría.
Somos una empresa virtual porque no tenemos recursos para tener instalaciones propias y no salimos de ningún centro de investigación. Esto nos ha obligado a elegir muy bien a nuestros proveedores y colaboradores, para obtener el máximo rendimiento del capital que levantamos en la primera ronda.
Todavía no lo sé. Me han dado muchos consejos, algunos los he seguido, y hay que ver si el resultado será bueno o no. Quien te aconseja no tiene nunca toda la información y a menudo los consejos no se pueden aplicar. Más que un consejo, me inspira una idea que he oído de varias personas: hay que acometer proyectos ambiciosos. Siempre estamos a tiempo de hacer cosas pequeñas.
Necesitamos resolver algunas cuestiones tecnológicas antes de lanzar una ronda de más de un millón de euros. Por eso tenemos abierta una ronda pequeña, de 200.000 euros, y con los resultados que obtengamos con este dinero podremos ir a buscar fondos suficiente para dejar de ser virtuales. Los próximos seis meses son de vida o muerte, tenemos que conseguir que cada euro dé resultados.