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“Conectar puntos sólo se puede hacer hacia atrás, no hacia adelante”. Lo dijo Josep Lladós, director del Centro de Visión por Computador cuando recogía el Premio Nacional de Investigación en el Partenariado Publicoprivado en I+I con Intel Intelligent Systems Lab, el pasado día 7 de junio.

De hecho, para hablar de impacto es necesario describir una cadena de eventos y acciones, a menudo conectando los puntos atrás y buscando causalidad, atribución o contribución de éstos al resultado final1. De cómo el proyecto Boost4Health (o B4H), iniciado por Biocat en 2016 de la mano de un consorcio europeo formado por otros clusters de ciencias de la vida y la salud de Europa ha contribuido a la internacionalización de más de 50 pymes de la BioRegión en todo el continente europeo.

El planteamiento del proyecto, que finaliza este verano, es sencillo y muy práctico: dar ayudas directas a las empresas para que contraten a personas expertas y servicios para avanzar en su TRL, así como abrir nuevos mercados para éstas y los proveedores de servicios que contraten. Todo intercambio se hace vía una plataforma donde "interesados" e "interesantes" se registran y se hacen elegibles.

 




 

Los outputs del proyecto serían la plataforma de intercambio, los “entregables”, el número de empresas y proveedores, los cheques otorgados, los análisis de los mercados y servicios, las piezas de comunicación. De éstos se derivarían outcomes como los acuerdos firmados entre pymes y proveedores, las actuaciones de estas empresas en nuevos mercados, las actividades desarrolladas...

¿Pero cuál es el valor de todo esto? ¿Qué diferencía este proyecto? En resumen, ¿cuál es el impacto? Esta pregunta nos sirve para empezar un tema, el de la evaluación del impacto de la investigación (o de los proyectos).

 


Mapa con los clusters de ciencias de la vida y la salud europeos participantes en Boost4Health. Fuente: Boost4Health

Startups de salud catalanas tantean mercados internacionales

En los seis años de programa Biocat ha entregado prácticamente todos los cheques que ha tenido a su alcance: más de 50 ayudas de más de 100.000 euros en total, repartidos entre más de 50 startups de la BioRegión. Todas las empresas han conocido las ayudas a través de Biocat, principalmente a través de sus canales digitales -web, redes sociales y newsletter-, y les hemos preguntado cómo perciben la utilidad del programa para la internacionalización de su proyecto. La respuesta ha sido alentadora.

Algunas, como Health Circuit, la asistencia a eventos internacionales les ha permitido establecer contacto con inversores y organizaciones internacionales con las que antes no tenían conexión. "Ha sido muy útil para contactar con actores clave del ecosistema Internacional", ha asegurado Isaac Cano, CEO y fundador.

También ha habido quien ha logrado ampliar su conocimiento sobre temas estratégicos, como regulación internacional, que les permita introducir su producto en otros mercados. "Hemos podido saber los requisitos que deberemos cumplir en los asuntos reguladores como medical device, lo que evidentemente repercutirá en nuestra internacionalización, como mínimo en Europa (CE) y en Estados Unidos (FDA)", ha explicado Daniel Esteban, CEO de ViReInstruments

Y otros, que han incrementado su visibilidad en mercados internacionales mediante la presentación de trabajos y resultados clínicos en eventos, como MOOWOT, que pudo presentar un póster sobre los resultados de su estudio en el IHF World Hospital Congress 2021.
 

 

Más allá de atravesar fronteras

Aunque Biocat impulsa el acercamiento de la internacionalización a las empresas, también nos gusta pensar que nuestra actividad salva vidas o, al menos, las hace mejores. Y queremos creer que ayudamos a que esto suceda de forma más rápida y efectiva.

Por este motivo hemos hecho un ejercicio de calcular cuál ha sido el valor del proyecto, y simplificando nos fijaremos sólo en la segunda fase -etapa de capitalización-, en la que hemos otorgado ayudas a un total de 15 startups de la BioRegión de todos los subsectores. Las empresas beneficiadas han sido Breaz, Bsure, Chasing Science, eHealthAI, Flomics, Gate2Brain, Health Circuit, Loop-Dx, MOOWOT, Nano1Health, Nen, Ninevah, Nixi for Children, Oniria Therapeutics y ViReInstruments. Las áreas clínicas de las empresas son la oncología, el sistema nervioso central, las enfermedades infecciosas, las enfermedades respiratorias, el sistema digestivo, la pediatría y la digitalización de servicios de salud, entre otros. El market size total de estas empresas en Europa y Estados Unidos es de 2.500 millones de personas.

Decir que con B4H hemos apoyado a impulsar el crecimiento y posicionamiento internacional en empresas que, conjuntamente, tienen potencial de contribuir a mejorar las vidas de un mercado potencial de 2,5 mil millones de personas (1/3 de la población mundial). Pero sólo sabremos en un futuro si estos outcomes harán diferencia alguna o si tendrán impact, conectando los puntos atrás y analizando la causalidad, la contribución o la atribución de la B4H a su éxito. Y ese análisis vale para todos los proyectos en general, y los europeos en particular. En un próximo post desvelaremos cómo y por qué.

 

Fuentes

1.  https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0048733321000044
https://www.theinternationalschoolonria.com/uploads/resources/melbourne_school_2016/16_11_Block_5_Effective_communication_strategy.pdf
https://tiess.ca/en/13-proving-impact-causality-attribution-and-contribution/ 

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Silvia LabéDirectora de Marketing, Comunicación, e Inteligencia Competitivaslabe@biocat.cat
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