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Cataluña y Suecia son reconocidas por su alto nivel de excelencia en investigación en ciencias de la vida. Las dos se sitúan en posiciones destacadas en los rankings mundiales: Barcelona y Estocolmo ocupan el 10º y el 12º lugar de la Unión Europea en publicaciones científicas (Nature Cities Index, 2020), mientras que los hubs tecnológicos de Suecia y Cataluña están en 4.a y 5.a posición en inversión de capital riesgo (Dealroom).

Un encuentro online el 9 de diciembre («Sweden and Catalonia: minds and talent at work: the answer is in innovation and science»), organizado conjuntamente por la delegación de la Generalitat en los países nórdicos y Biocat, plasmó la potencia de estos dos ecosistemas y dibujó cuáles son las nuevas tendencias y modos de trabajo que ha traído la pandemia de la COVID-19. Por la parte sueca participaron Björn Arvidsson, director de Ciencias de la Vida del clúster STUNS de Uppsala, una región que con solo 200.000 habitantes es uno de los ecosistemas más punteros del país, y Mia Ekdahl, jefa de comunicación del Parque Científico de Sahlgrenska, uno de los cinco parques más activos del país. Por parte de la BioRegión participaron la investigadora ICREA Núria Montserrat, del IBEC, y el CEO de Biocat, Jordi Naval. La sesión fue presentada por Francesca Guardiola, responsable de la Delegación del Gobierno en los países nórdicos.

Conceptos clave en tiempos de pandemia

Colaboración, mercado global y digitalización son conceptos clave en la nueva época que vivimos y todos ellos fueron destacados por los ponentes como activos en este momento de pandemia global, la cual ha transformado para siempre la forma de trabajar y de relacionarnos. 

Mia Ekdahl destacó que tanto en Suecia como en Cataluña, por ser dos países pequeños, la colaboración entre los diferentes agentes del ecosistema de ciencias de la vida —y también cross-sectorial— es esencial: «La colaboración es la base para impulsar el éxito. El sector salud no puede crecer de forma aislada, necesita interactuar con otras industrias, como la de los automóviles, las TIC, etc. Nuestras empresas ya lo están llevando a cabo».

Para Björn Arvidsson, «es esencial la interacción entre el sector público y el privado, tal y como ha puesto de manifiesto la pandemia. El nuevo escenario nos impulsa a ser más eficientes y, también, a cambiar de un modelo de technology push a uno technology pull». La digitalización y las actividades económicas basadas en datos facilitan aún más la posibilidad de colaboración entre agentes de territorios distintos. 


Mismo nivel de excelencia: más capacidad para crecer

Jordi Naval hizo hincapié en la excelencia científica, tecnológica y educativa de Barcelona y Cataluña —comparable a la de Suecia y otros países europeos como Bélgica—, al tiempo que destacó el potencial de crecimiento en inversión de las startups de la BioRegión. Para Naval, Cataluña, con una inversión conseguida de 302 M€ en el periodo 2017 a 2020, está ahora donde estaban Suecia y Bélgica en el periodo de 2014 a 2017. Contando que la BioRegión tiene el mismo potencial científico y tecnológico que estos países, Naval predice que Cataluña seguirá la tendencia creciente en inversión que han seguido estos Estados en los últimos años. Suecia ha obtenido una inversión de 2.131 M€ de 2017 a 2020, mientras que Bélgica ha recibido 6.818 M€ (en este país tiene la sede la biotecnológica Galapagos, que ha recibido más de 1.000 M€ de inversión de Gilead).  

«Tenemos empresas con un gran potencial que ya están recibiendo inversiones importantes. Ahora necesitamos que crezcan y salgan a bolsa. Deben ser las futuras Moderna y BioNTech de nuestro país», aseguraba Naval, quien cree que la futura colaboración entre el ecosistema catalán y el sueco también vendrá por la inversión de fondos de ambos países en los dos territorios.
El CEO de Biocat también destacó que la pandemia ha acelerado la tendencia de formación de equipos que trabajan en remoto desde cualquier punto del mundo, con lo cual las empresas están más abiertas a colaborar con agentes de distintos territorios.  

La investigadora ICREA Núria Montserrat —que acaba de recibir una beca Consolidator Grant del European Research Council (ERC)— presentó su proyecto de investigación, en el que colabora con un grupo del Karolinska Institute sueco. Montserrat y su equipo estudian el impacto del Sars-CoV-2 en organoides de riñón. La colaboración con el prestigioso instituto de investigación sueco se inició en febrero, al comienzo de la pandemia, y es un ejemplo, según Montserrat, de «la importancia de compartir conocimiento para avanzar en ciencia. Con esta colaboración hemos visto que la investigación en células madre que se hace en Cataluña y en Suecia tiene muchas cosas en común. Este país tiene un ecosistema muy interesante en este ámbito. Y ellos han descubierto que en Cataluña también hacemos cosas increíbles en este campo».

La sesión finalizó con un vídeo con la participación de ciudadanos catalanes que viven en los países nórdicos en el que explicaban las actividades organizadas en sus ciudades para recaudar fondos para La Marató de TV3. 

 

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