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En Cataluña quedan pocas deducciones fiscales para las empresas biotecnológicas y biomédicas, y una de éstas es la I+D+i. Seis profesionales de ámbitos complementarios -empresa, gabinete de abogados, entidad certificadora y Hacienda- han explicado sus lecciones aprendidas en la jornada Biofiscalitat: els incentius fiscals per a la ciència organizada por la asociación de empresas Biocat y CataloniaBio, el día 22 de octubre en el Parc Científic de Barcelona (PCB).

"Las biotec tienen ayudas importantes en I+D+i, pero no siempre los aprovechan por falta de planificación o asesoramiento. Hay que incluir esta cuestión dentro de la estrategia económico-financiera de la empresa", recomienda Anna Rossell, directora del Área Fiscal de IMB Grupo y moderadora de la jornada.

El crédito presupuestario de I+D+i del Gobierno español es de 640 millones de euros en 2015 y 693 millones de euros en 2016, según Gestha. Si comparamos con otros países de todo el mundo, "los incentivos que tenemos son generosos. La I+D+i no sólo nos la deducimos, sino que nos la pagan", explica Diego Rodríguez, abogado de Garrigues. La ley española define tres conceptos —la investigación (I), el desarrollo (D) y la innovación tecnológica (I)— que dan derecho a crédito fiscal: un 25% en deducciones de I+D, un 17% en gastos de personal investigador cualificado, un 8% en inversiones en activos a efectos de I+D, y un 12% en innovación. Las posibles dudas para la empresa, según Rodríguez, pasan por "saber qué es I+D+i y acreditar a la Administración que se hace" (la Ley prevé mecanismos para evitar esto como las consultas vinculantes, los informes motivados o los acuerdos previos de valoración).

Pido la devolución a Hacienda?

El tema estrella de los últimos años de la Ley del emprendedor es que a pesar de que la empresa no obtenga beneficios, la Administración hace el abono anticipado de las deducciones de I+D+i con un descuento del 20%. Para conseguir el llamado cheque fiscal debe pasar un año desde la inversión, la empresa debe mantener la plantilla y debe reinvertir de nuevo en I+D. "En este tema aún no tenemos mucha experiencia y soy un poco escéptico, principalmente, en el último requisito que se pide", admite Rodríguez.

Xavier Castells, director financiero de InKemia IUCT Group, se muestra prudente: "Tenemos dudas, por tanto, nosotros no aplicamos. Estamos esperando a ver cómo les funciona a los primeros que lo han pedido para el ejercicio 2013 ya que la ley no dice cuando te pagará Hacienda".

El coordinador del Sindicato de Técnicos de Hacienda en Cataluña (Gestha), Miguel Ángel Mayo, ha respondido a esta cuestión diciendo que "no tenemos datos concretos por el momento, pero en los presupuestos del Estado enviados a Bruselas hay un importe previsto de devolución de 46 millones de euros en 2016".

El exitoso Patent Box

En 2008 se puso en marcha uno de los incentivos fiscales que está teniendo más aceptación en el tejido empresarial innovador. El Patent Box permite que las empresas obtengan una reducción del 60% en el Impuesto de Sociedades para determinadas rentas derivadas de la propiedad intelectual, licencias, patentes, etc.

Según Diego Rodríguez de Garrigues "hay una cierta competencia entre países. Nosotros simplemente la hemos copiada de otros lugares y está funcionando bien". Xavier Castells de InKemia opina que "la aplicación es positiva siempre que tengas beneficios" e Ignasi Belda, CEO de Intelligent Pharma, ve que "muchas empresas, como las CRO, piensan que si no tienen patentes no pueden optar a la Patent Box y no es cierto. Puede ser por conocimientos, fórmulas, planos ... Se debería decir Innovation Box. Si tenéis dudas, haced siempre una consulta vinculante".

Las dudas y las decisiones que van surgiendo configuran la estrategia fiscal de cada empresa. Así lo considera el director financiero de InKemia, grupo biotecnológico catalán con filiales en Colombia y Brasil. "La primera decisión fiscal es saber dónde te sitúas porque hay condicionantes, tanto para los inversores potenciales como para la empresa", reflexiona Xavier Castells. Castells destaca que pocas pymes biotec aplican contablemente la desgravación del Impuesto de Sociedades: "Se pone en valor un activo que tenéis ante entidades financieras, proveedores y otros actores e, incluso, podéis pasar de pérdidas a beneficios". Para ser compatibles con el Impuesto de Sociedades hay que tener el sello de pyme innovadora, es decir, acreditarse al Ministerio de Economía y Competitividad.

Mitos y leyendas

El emprendedor Ignasi Belda, que desde 2007 está aplicando el máximo de deducciones que le permite la ley, ha explicado algunos de los mitos y leyendas urbanas que ha ido escuchando a lo largo de estos años. Por ejemplo, si un proyecto biotec fracasa, "puedes seguir aplicando las deducciones por I+D contrariamente a lo que muchas empresas creen".

A pesar de ser uno de los mejores países del mundo en incentivos para la I+D, "hay otros muy potentes como Francia, donde sin tener sede también puedes aplicar. Nosotros nos hemos acreditado por el Ministerio de Investigación y Universidades francés y nuestros clientes se pueden desgravar el 30% de las facturas. Es una gestión sencilla de hacer ". Belda lo tiene claro: "Si no aplicamos estamos perdiendo ventaja competitiva respecto Francia, Alemania u Holanda donde las empresas utilizan la ley con toda su potencia".

El economista de Hacienda Miguel Ángel Mayo afirma que "las empresas en España intentan activar el máximo las deducciones y nuestra función pasa por controlar los abusos y que reciban los incentivos las que realmente hacen I+D". Uno de los grandes errores comunes que se encuentran es la inexistencia de I+D, es decir, "hay empresas que hacen proyectos comerciales que enmascaran con I+D o bien que la confunden por innovación tecnológica", comenta Mayo. "No empiecen la casa por el tejado. Hay que organizar su actividad y ver qué proyectos tienen de I+D, no al revés".

Y las certificadoras, qué dicen?

La Lessons Learned ha contado con Inmaculada Torés, técnica de certificación de EQA, que ha expuesto los puntos clave en biofiscalidad para que el proceso de los proyectos de I+D+i sea más ágil y los resultados satisfactorios: definir un objetivo global; planificar los proyectos de acuerdo con todos los años fiscales, objetivo y presupuesto; ser precisos en la definición del ámbito y la novedad; identificar la I+D+i deducible en relación a las actividades, personal y gastos y, por último, que la ejecución se lleve a cabo durante el año en curso.

Como se certifica posteriormente a la ejecución de los proyectos, es importante "aportar evidencias, explicarlas y relacionarlas con las actividades ya que suele ser un punto que retrasa las certificaciones", explica Torés, que también remarca que hay que diferenciar siempre "novedad de mejora".

Respecto a la acreditación de pyme innovadora, Torés dice que "la ventaja es que puedes compatibilizar las deducciones y las bonificaciones, pero la seguridad jurídica te la da el informe motivado". El número de solicitudes de informes motivados en España ha pasado de unas 300 en 2004 a más de 5.300 en 2014.

Después de tres horas de debate, emprendedores, economistas, abogados, certificadores y técnicos de la Administración han coincidido en que hay que asesorarse bien antes de tomar una decisión a través de profesionales o consultas vinculantes a Hacienda. Además, "hacer un análisis coste-beneficio y tener un responsable de esta área en la empresa es importante", concluyó Anna Rossell de IMB Grupo.

Mira el video de las Lessons Learned.

 

La última sesión de Lessons Learned de este año será el 24 de noviembre y hablaremos de bioinformática, big data y genómica. ¡Te esperamos!

 

Crónica del anterior Lessons Learned:

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