La IA, la robótica y la cuántica redefinen el futuro de la salud en el Tech Spirit Barcelona
La mesa redonda “Lifecode 5.0: The Tech Awakening”, organizada por Biocat, pone el foco en la inteligencia artificial, la robótica y la computación cuántica aplicadas al sector salud, mientras que otras sesiones sectoriales se centran en analizar los retos reales para desplegar estas tecnologías en el ámbito sanitario.

La Llotja de Mar de Barcelona ha acogido los días 10 y 11 de diciembre la sexta edición del Tech Spirit Barcelona, un congreso que se ha consolidado como uno de los principales eventos de innovación tecnológica más disruptivos de Europa. Este año, el encuentro ha puesto un énfasis especial en las tensiones y dualidades que marcan la era digital, analizando cómo las decisiones tecnológicas de hoy modelarán la sociedad del mañana.
Entre las más de quince sesiones programadas, el sector de las ciencias de la vida y la salud ha tenido un papel protagonista con la presencia de agentes de primer nivel de entidades sectoriales, startups y scaleups, y profesionales de referencia de centros hospitalarios y de investigación del país.
La sesión organizada por Biocat ha sido “Lifecode 5.0: The Tech Awakening”, moderada por Montse Daban, directora de Análisis Estratégico y Relaciones Internacionales. Bajo el lema “Five years, infinite disruption”, la mesa ha explorado cómo la inteligencia artificial, la robótica y la computación cuántica transformarán la investigación biomédica y los sistemas de salud en los próximos años. Daban ha abierto la sesión reivindicando el papel de las mujeres en la tecnología y la necesidad de una innovación más inclusiva: “Estoy convencida de que la tecnología del futuro será femenina, diversa y colaborativa. Y las disrupciones que vendrán solo serán posibles si rompemos los silos entre sectores”.
En este debate, tres expertas han aportado visiones complementarias. Marta Ivón Cárdenas, profesora asociada de la UPC y experta en inteligencia artificial aplicada a datos heterogéneos, ha subrayado la necesidad de un cambio de paradigma en la forma en que se desarrollan los modelos de inteligencia artificial: “Cada cuerpo humano es único. Los modelos de inteligencia artificial no pueden seguir trabajando con promedios: los datos ómicos definirán quiénes somos y permitirán tratamientos de una precisión real”. También ha señalado el potencial de la IA para analizar datos energéticos, con aplicaciones que van desde el equipamiento médico portátil hasta la gestión eficiente de infraestructuras hospitalarias.
Por su parte, Anaís Garrell Zulueta, investigadora del Instituto de Robótica CSIC-UPC, ha destacado que la irrupción de la inteligencia artificial ha redefinido la relación entre humanos y robots: “El reto ya no es programar robots eficientes, sino robots que entiendan y se adapten a los humanos. La comunicación natural será clave en la robótica asistencial en los hospitales”. Ha alertado, sin embargo, de los retos sociales y educativos asociados a esta convivencia: “Debemos empezar a educar desde la infancia. Necesitamos que todo el mundo entienda qué puede hacer un robot y qué no puede hacer”.
Finalmente, Arantxa Sanz, directora general de Catalonia.Health y doctora en química cuántica, ha aportado una mirada realista sobre el estado de la computación cuántica: “La teoría es sólida desde hace un siglo, pero la implementación es un reto gigantesco. Los sistemas actuales tienen pocos qubits y necesitan temperaturas extremadamente bajas”. En respuesta a una pregunta del público sobre el uso potencial de la fusión nuclear para mantener estas temperaturas, ha puntualizado: “Hay investigación para operar a temperaturas menos extremas. Pero el reto no es solo térmico: se necesita estabilidad, escalabilidad y seguridad para desplegar el potencial biomédico de la cuántica”. A pesar de estos obstáculos, Sanz ha remarcado el impacto transformador que puede tener en la investigación farmacéutica: “Simular interacciones biomoleculares con precisión es imposible con los sistemas actuales. La cuántica puede cambiar las reglas del juego en el diseño de fármacos”.
Expertos analizan los retos reales para desplegar la IA en salud
Al margen de Lifecode 5.0, el Tech Spirit Barcelona 2025 ha incluido otras sesiones que han reforzado el papel de Cataluña como polo de innovación en salud y han incidido en los retos de desplegar la inteligencia artificial en salud. Una de ellas ha sido “AI in Healthcare Decoded: What’s Real, What’s Next?”, impartida por Jorge Juan Fernández, director de Innovación del Hospital Clínic de Barcelona.
El ponente presentó un marco de cuatro capas —energía, centros de datos, modelos e integración— para entender los condicionantes reales de la adopción de la IA en salud, y destacó que el éxito de estas tecnologías depende tanto de la infraestructura física como de los algoritmos. En este contexto, advirtió que “Europa se enfrenta a una elección existencial: construir ahora una soberanía tecnológica genuina o aceptar una gobernanza ejercida por plataformas cuyos arquitectos consideran la democracia un sistema operativo obsoleto”.
Fernández también abordó la relación entre humanos y “máquinas”, y afirmó que la fuerza laboral sanitaria del futuro será una alianza entre personas, agentes y robots, con un liderazgo clave para rediseñar el trabajo y la economía. En cuanto al papel del capital privado, subrayó que, cuando el modelo económico de base (unit economics) no es viable, el sistema actual no puede sostenerse en el tiempo: la historia demuestra que, en estos casos, el statu quo acaba rompiéndose y da paso a cambios profundos, y no a simples ajustes.
Finalmente, sobre el estado actual y la evolución inmediata de la IA, señaló que los modelos continuarán cambiando y quedando obsoletos, mientras que los flujos de trabajo y las metodologías perdurarán. En este sentido, los actores con un alto rendimiento en IA serán aquellos capaces de utilizarla para transformar su negocio y diseñar nuevos flujos de trabajo."
Otra sesión sectorial ha sido “Promise vs Practice: What healthcare really gets from AI”, una conversación también entre Jorge Juan Fernández y Pep Martorell, socio de Invivo AI, que ha aportado una visión crítica y matizada sobre qué es realidad y qué es hype en la inteligencia artificial aplicada a la salud. A pesar de los avances espectaculares de la inteligencia artificial, los ponentes han señalado que ya empiezan a notarse límites emergentes, como la calidad y la gobernanza de los datos, las barreras físicas de la microelectrónica o el creciente consumo energético. Y han coincidido en subrayar que, a pesar de la velocidad tecnológica y la burbuja de expectativas que a menudo rodea a la inteligencia artificial, "la adopción real en salud será lenta, porque depende de elementos humanos y organizativos: personas, cultura, procesos y una buena gobernanza".



