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Redacción

Los investigadores del Instituto de Investigación Biomédica (IRB Barcelona) Miquel Duran y Patrick Aloy han analizado 1.162 de los 1.600 efectos secundarios conocidos, en un estudio reciente publicado en la revista Chemistry and Biology del grupo Cell. Con este trabajo, los científicos quieren aportar luz para minimizar y anticipar las reacciones adversas a medicamentos (RAM) durante el diseño de fármacos, ya que a menudo estas consecuencias no deseadas se descubren una vez el producto ya ha sido comercializado. Por este motivo, se encuentran entre las diez causas más importantes de muerte en todo el mundo, según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Miquel Duran y Patrick Aloy han seguido un método laborioso de estudio, registrando para cada efecto secundario todos los medicamentos que los pueden provocar. Seguidamente, han analizado las proteínas con la que interaccionan y la estructura química del producto. Así, han conseguido formular hipótesis moleculares para 1.162 RAM, que a partir de ahora serán de acceso abierto para los investigadores. “Estamos proporcionando a la comunidad científica listas de proteínas y de rasgos estructurales asociados a efectos secundarios que denominamos alertas, y que pueden usar los expertos en el diseño de fármacos”, explica Aloy, biólogo especializado en biología de sistemas, investigador de la Institució Catalana de Recerca i Estudis Avançats (ICREA) y jefe del grupo del Laboratorio de Bioinformática Estructural y Biología de Redes en el IRB Barcelona.

Los científicos catalanes aseguran que para entender la razón de un efecto secundario concreto, hace falta considerar la suma de la biología y la química. La mayoría de las RAM, 446 de las 1.162 analizadas, se pueden descifrar desde la biología, 68 desde la química y para 648 se necesitan explicaciones tan biológicas como químicas. Según afirma Duran, primer autor del artículo y doctorando en el laboratorio de Aloy, “para cada efecto secundario hay una parte biológica que conocemos, pero esta parte no proporciona una fotografía completa del mecanismo, y quizá mirando las estructuras químicas podemos superar esta falta de conocimiento”.

La farmacovigilancia es la prevención y detección de los efectos secundarios de los medicamentos y se aplica a lo largo de todo su ciclo. La OMS explica que, a pesar que no haya medicamentos libres de RAM, la mayoría son evitables. Con este nuevo estudio del IRB Barcelona se amplía el conocimiento sobre los efectos adversos y se contribuye a evitarlos en la creación de nuevos fármacos en el futuro.

Más información en la web del IRB Barcelona.

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